jueves, 1 de marzo de 2012

Los por qué en las Habiliades Sociales


¿POR QUÉ ES IMPORTANTE TRABAJAR LAS HABILIDADES SOCIALES EN LA POBLACIÓN CON RETARDO MENTAL
Las habilidades sociales constituyen una de las áreas prioritarias en el desarrollo social de cualquier persona, su aprendizaje está condicionado por las experiencias vividas, el entorno en el que nos movamos y los modelos que nos rodeen. En el caso de las personas con retraso mental el desarrollo de habilidades sociales es necesario para:

FAVORECER UNA INTEGRACIÓN Y DESINSTITUCIONALIZACIÓN EXITOSA
Si las directrices en las que actualmente nos movemos preconizan la desinstitucionalización, la apertura a la comunidad, la verdadera integración, no podemos perder de vista que esto supone una mayor exposición, un mayor número de contactos, de relaciones con los demás. El entrenamiento en habilidades sociales es la herramienta necesaria para que esta apertura a la comunidad tenga garantías de éxito, no sólo de cara a la verdadera integración, sino también de cara a la prevención de una exposición a mayores situaciones de riesgo.
EVITAR LA APARICIÓN DE PROBLEMAS DE COMPORTAMIENTO
Las conductas problemáticas que en algunas ocasiones presentan algunas personas con discapacidad representan, a menudo, la expresión clara del déficit de una habilidad; son formas de comunicarse, de transmitir diferentes tipos de mensajes: "Déjame sólo", "No quiero hacer esto", "Préstame atención" o "Quiero ese objeto, o realizar esa actividad". El desarrollo de habilidades sociales es el desarrollo de una conducta alternativa que sustituya a la conducta problemática en la consecución de su objetivo.

PREVENIR LA APARICIÓN DE PROBLEMAS PSICOLÓGICOS
Los déficits en habilidades sociales pueden relacionarse con el desarrollo de problemas de desajuste psicológico. Las experiencias de vida de algunas personas con retraso mental son una predicción de su desajuste psicológico.

A veces se les trata como objetos, cuentan con pocos amigos y se les obstaculiza su acceso al mercado laboral. Las personas con retraso mental están expuestas a estigmatización y otras condiciones sociales negativas durante todo su desarrollo, además numerosos estudios han confirmado que los niños con retraso mental pueden ser rechazados socialmente, abandonados por sus iguales o separados de sus padres y que consiguientemente suelen desarrollar sentimientos de soledad. La aceptación social a través del entrenamiento en habilidades sociales favorece la estabilidad personal del sujeto.

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